El mundo del diseño tiene distintos puntos de contacto con la alta cocina: atención a la calidad de las materias primas, cuidado del detalle, creatividad e innovación. Los diseñadores, igual que los grandes Chefs, trabajan con tonalidades, texturas y estilos, poniendo en juego competencias que estimulan la experimentación de ideas, patrones nuevos y combinaciones originales. El concepto design à la carte envuelve una filosofía que prevé un enfoque único y personalizado que supera la estandarización, dando vida a combinaciones siempre nuevas y sorprendentes. La personalización máxima empieza en la elección de los acabados: el color de las paredes, los pavimentos, los suministros y los revestimientos.