El resultado final es notablemente sorprendente: gracias al uso de las placas finas, el mostrador se presenta como un elemento único grande y llamativo que destaca en el interior de la pastelería, con un efecto casi monolítico. De hecho, la superficie de esta piedra, con su diseño irregular y sus diversos tonos de gris, permite personalizar con carácter y, al mismo tiempo, con elegancia, cualquier ambiente.
Además de la extraordinaria calidad estética de los materiales, la elección de las grandes placas cerámicas finas también pone de relieve la extrema flexibilidad de uso y aplicación, tanto en interiores como en exteriores, para espacios fuertemente caracterizados, o como revestimiento de elementos decorativos, como el mostrador de la pastelería.
Igualmente relevantes e imprescindibles para un lugar de gran afluencia de público son las cualidades relativas a la durabilidad, la facilidad de mantenimiento y, sobre todo, la higiene y la resistencia a las bacterias. De hecho, la colección Pietra D’Iseo forma parte de la línea PROTECT®, una línea exclusiva de superficies de gres porcelánico caracterizadas por un auténtico escudo antibacteriano de iones de plata que elimina hasta el 99,9% de las bacterias de la superficie.
Por último, las placas finas Kerlite, debido a su grosor reducido, utilizan menos materias primas, agua y energía, produciendo menos emisiones de CO2, y forman parte del proyecto de compensación THINk ZERO.