El imponente ferry Ciudad de Valencia tiene un corazón de cerámica ligero, duradero y de alto rendimiento. Un gran corazón: nada menos que 2.700 metros cuadrados de superficies revestidas por Cotto d’Este, entre las que se destacan las placas cerámicas finas de gres porcelánico de gran formato, ligeras, resistentes a la intemperie, altamente higiénicas y capaces de garantizar los más altos estándares en cuanto a calidad y prestaciones a un sector, el naval, con requisitos estrictos e imprescindibles.
Ciudad de Valencia, que recientemente transitó por el Canalbianco y el Po di Levante, para deleite de los espectadores, es una verdadera joya tecnológica: construido en el astillero privado más grande de Italia - Cantieri Navali Visentin - es uno de los barcos más avanzados de este tipo. Por consiguiente, la elección de los ingenieros para sus superficies de cerámica sólo podía recaer en un socio que garantizara prestaciones excepcionales y una seguridad absoluta en términos de protección antibacteriana.
Las protagonistas del proyecto son las grandes placas de Kerlite, extraordinarias para cualquier obra arquitectónica y de diseño de interiores, y, en este caso, perfectas para el sector naval, ya que se trata de superficies ultrafinas y extremadamente ligeras, pero con excelentes prestaciones y una calidad estética sin concesiones. Gracias al refuerzo de fibra de vidrio, garantizan una resistencia extra, mientras que la exclusiva tecnología Protect® las transforma en verdaderos escudos antibacterianos para espacios constantemente protegidos.