Los arquitectos responsables del proyecto han elegido la elegancia de Cotto d’Este, optando por un producto personalizado en gres porcelánico con un espesor de 14 mm, elegido tanto para el interior como para el exterior, y manteniendo el mismo estilo y la máxima continuidad en los espacios.
El especial acabado superficial de las baldosas con un efecto natural, protagonistas de este proyecto, replica con extremo realismo el encanto natural de una piedra que históricamente cosecha un gran éxito. Las placas planas de gran formato, utilizadas en el exterior, son resistentes al desgaste del tiempo y a los agentes atmosféricos, mientras que las colocadas en el interior garantizan un ambiente sano, seguro y protegido gracias a la tecnología PROTECT®, un revestimiento antibacteriano de altísimas prestaciones.