Contar personalidades y caracteres distintivos, inducir nuevas narraciones y despertar emociones, transformar lugares en mundos, son hoy más que nunca necesidades muy sentidas en el diseño de interiores. Así se crean revestimientos que van más allá de la simple decoración, porque caracterizan el espacio definiendo conjuntos que sirven de telón de fondo para la historia de cada día, para sugestivas historias de las que ellos mismos son parte integrante.
Una pared decorada se convierte, por lo tanto, en una elección de valor: decora, sin ser invasiva, crea escenas capaces de dar un toque inconfundible, y hace que un espacio, incluso el más escondido u olvidado, sea agradable y original. Para lograr esto, la cerámica es el material perfecto capaz de garantizar resultados estéticos sofisticados y elegantes, típicos del papel pintado, prometiendo además la resistencia y la practicidad típicas del gres porcelánico: un material inerte que no se altera con los años, ni está sujeto al deterioro causado por la luz o los productos de limpieza. Belleza, color y ligereza en placas ultra finas de 3,5 mm reforzadas con fibra de vidrio..